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9 piscinas naturales subterráneas


Tiempo de lectura: 4 min
14 de octubre de 2018
Tipo de viaje
Activo
Deportes y aventura
Aire libre y naturaleza

Tírate de cabeza a un mundo subterráneo maravilloso, con grutas de luz cambiante y piscinas naturales.

Cueva Azul de Kastelorizo, Grecia

Los bañistas llegan en barco a la cueva Azul de Kastelorizo

A primera vista, cuesta creer que la cueva Azul de Kastelorizo sea un fenómeno natural. La cueva está totalmente bañada por una luz de tonos azulados debido a cómo esta se refleja en las aguas turquesas. Parece un sueño, pero es real. Lo mejor de todo es que esta isla griega resulta tan bonita por dentro como por fuera. No dudes en reservar una habitación con vistas espectaculares del puerto en el Megisti Hotel.

Hamilton Pool en Texas, Estados Unidos

El agua cae en cascada a la piscina de Hamilton Pool, en Texas

Hace miles de años, la bóveda de un río subterráneo cedió y creó una de las piscinas naturales más espectaculares de los Estados Unidos. Hoy, el agua cae en la piscina de Hamilton Pool y lo que queda del techo rocoso ofrece a los bañistas un pedazo de sombra que los protege del sol inclemente de Texas. Las losas de piedra caliza que enmarcan la piscina son el lugar perfecto para un pícnic improvisado. ¿Te gustaría alojarte cerca de aquí? El estiloso y acogedor Amici BnB se encuentra a solo 20 minutos en coche.

Cenote Xkeken en Yucatán, México

Las estalactitas cuelgan sobre el cenote Xkeken de Yucatán

En la tradición maya, los cenotes de la península de Yucatán eran un portal al inframundo. Hoy en día, los curiosos buscan estas piscinas subterráneas de formación natural para nadar en sus aguas de color zafiro y admirar sus techos que nada tienen que envidiar a los de una catedral. Esta experiencia te dejará con la boca abierta. Después del chapuzón, puedes ir a descansar a La Casa del Angel o conducir hasta el yacimiento arqueológico de Chichén Itzá, si te apetece seguir aprendiendo sobre los mayas.

Grotta Giusti en la Toscana, Italia

Submarinismo en la Grotta Giusti de la Toscana

La Grotta Giusti es una villa toscana reconvertida en hotel balneario que se construyó en el siglo XIX sobre unas termas y una red de cuevas. En la superficie, como cabe esperar de un hotel de 4 estrellas, encontrarás todo tipo de instalaciones y servicios: una piscina de buen tamaño, un restaurante de lujo… Bajo tierra, sin embargo, te esperan algunas sorpresas. Las cuevas son mitad spa mitad patio de juegos, así que prepárate para relajarte en un baño de vapor iluminado por las velas o ponerte el traje de neopreno y bucear.

Poço Azul en Bahía, Brasil

Flota en las aguas cristalinas de Poço Azul, en Bahía

El Poço Azul se puede visitar todos los días del año, ya que la temperatura media de esta piscina subterránea es siempre de unos 23°. Sin embargo, la hora a la que decidas visitar la cueva es muy importante. A primera hora de la mañana y a última de la tarde, los rayos que se cuelan por entre las rocas consiguen que el agua se vea tan transparente que parezca que los bañistas estén flotando a 20 metros de altura. Si quieres tener más posibilidades de capturar esta ilusión óptica, alójate en el cercano Hostel das Estrelas.

La playa Escondida de las islas Marietas, México

El asombroso “tejado” de la playa del Amor de las islas Marietas

Otra piscina subterránea que hay que ver para creer. La playa del Amor o playa de los Enamorados se esconde en las islas Marietas. Para llegar hasta ella, tendrás que pasar a nado por un largo túnel que desemboca en una playa de arena blanca ideal para pasar una tarde sin que nadie te moleste. Si buscas un lugar más tradicional para desconectar, te encantará el The St. Regis Punta Mita Resort, que cuenta con su propia playa.

Cueva Verde en Griže, Croacia

La luz del sol parece salir del agua de la cueva Verde de Griže

La cueva Verde se asoma directamente al mar Adriático, por lo que los amantes de las aventuras fuertes deciden subir a pie hasta los altísimos acantilados para saltar al agua desde allí. Una vez en el mar, se puede entrar a nado en la cueva, aunque también se puede llegar tranquilamente en una barca. En el interior, parece que los rayos de sol salgan directamente del agua, que pasa del color zafiro al esmeralda. Si quieres dormir en la isla, Villa Kate es muy recomendable.

La gruta del parque nacional Bruce Peninsula, Canadá

La gruta esculpida por el mar del parque nacional Bruce Peninsula

Parece que alguien haya arrancado del Mediterráneo la gruta del parque nacional Bruce Peninsula y la haya colocado en la abrupta costa de Ontario. Esta piscina natural es una de las más famosas de Canadá. La erosión de los acantilados de dolomía, por la acción de las olas durante siglos y siglos, ha esculpido un saliente de roca bajo el cual brillan, hechizadoras, las aguas cristalinas de la gruta, o The Grotto, como se la llama aquí. Se puede acampar en el parque, pero si prefieres dormir entre cuatro paredes y disponer de todas las comodidades, alójate en el cercano Escarpment Heights Motel.

Fosa oceánica de To Sua en Lotofaga, Samoa

La fosa oceánica de To Sua, en Lotofaga, tiene 30 metros de profundidad

Está bien, técnicamente la fosa oceánica de To Sua no está bajo tierra, pero está lo suficientemente dentro de la tierra como para que la incluyamos en esta lista. Esta piscina natural de 30 metros de profundidad, a la que se accede mediante una bonita (y robusta) escalera de madera, está rodeada de una vegetación exuberante. Pásate unas horas flotando en los paradisíacos alrededores y, después, disfruta de una velada igual de maravillosa en el Seabreeze Resort, que cuenta con playa privada.